Gracias a las diferentes técnicas de reproducción asistida, muchas mujeres y parejas han logrado quedarse embarazadas. Sin embargo, el aumento de los casos en los últimos años resulta alarmante y preocupante.
El principal motivo para recurrir a estos tratamientos es la edad, especialmente en el caso de la mujer. Si una mujer tiene más de 40 años y ha intentado quedarse embarazada durante más de 6 meses sin éxito, a menudo se la considera «infértil» y mentalmente se le condiciona la posibilidad de lograr un embarazo de forma natural. Sin embargo, muchas de estas mujeres todavía cuentan con una reserva ovocitaria suficiente y pueden mejorar su estilo de vida, al igual que su pareja, quien también representa el otro 50% de la fertilidad. La calidad espermática juega un papel crucial en las posibilidades de éxito.
A partir de los 36 años, la calidad genética de los óvulos de la mujer comienza a disminuir, lo que incrementa el riesgo de alteraciones cromosómicas (también en el caso del hombre). Además, si cualquiera de los dos ha experimentado estrés oxidativo constante en los últimos años, la calidad de los óvulos y los espermatozoides se ve aún más comprometida, lo que retrasa aún más la llegada del embarazo.
Cuando una mujer no logra concebir de manera natural después de un tiempo, es natural preguntarse: ¿Cuándo recurrir a un tratamiento de reproducción asistida? Esta es una de las preguntas más comunes, y la respuesta depende de varios factores, como la edad de la mujer, la reserva ovárica y otros aspectos relacionados con la salud reproductiva.
Si una mujer sigue menstruando, tiene una baja reserva ovárica (como indica un bajo nivel de la hormona antimülleriana), pero aún tiene oportunidad de embarazo natural, es posible que logre concebir, incluso después de los 40 años. No obstante, se necesita más paciencia y la aplicación de medidas para mejorar la calidad de los óvulos y preparar el organismo para la concepción (ver artículo: «Cómo comer sano para mejorar tus óvulos»).
Si, a pesar de mejorar el estilo de vida y seguir las recomendaciones, los meses siguen pasando y el embarazo no llega (incluso se puede esperar hasta un año), es el momento de considerar la reproducción asistida. Es entonces cuando muchas personas se plantean la gran pregunta: ¿Cuándo recurrir a un tratamiento de reproducción asistida?
Opciones disponibles para la reproducción asistida
El tipo de tratamiento dependerá del caso y las circunstancias personales. Las opciones incluyen inseminación artificial (con estimulación hormonal para liberar al menos 1-2 óvulos y posterior transferencia de espermatozoides, bien de la pareja o de un donante), fecundación in vitro (FIV) o mini FIV (que también requiere estimulación hormonal, aunque en menor dosis, para fecundar el óvulo bajo microscopio en un laboratorio y transferir el embrión fresco o vitrificado), o la ovodonación (donde no se estimula hormonalmente a la mujer, pero sí se prepara su endometrio para transferir un óvulo fecundado de una donante).
Especialmente para mujeres de más de 40 años con baja reserva ovárica, es importante estar bien informada sobre las opciones disponibles (ver información sobre el programa). En muchos casos, la recomendación más común es la ovodonación, aunque, en ocasiones, un embarazo natural sigue siendo posible.


